Cita Improvisada

Nose porque diablos me dio por salir, si con mi violin estaba completa... Ok, no lo estaba, y si, nesesitaba... No, no lo neseistaba, es estupido!... Ok mi actitud lo es... Que más da. Llegue al lugar y vi que estaba repleto. Mala eleccion. Salir. Era lo unico que queria... Ok, no, no volvere a alla afuera, es peor. Busque un lugar vacio. Encontre uno en el ventanal. Bonita ubicacion para hacer hora. Llego un mesero. Que nervios!!!

-CAFE HELADO PORFAVOR!!!- Respondi automaticamente antes de que el dijiera algo. El me miro con cara de miedo. Me siento como una idiota. El dio 3 pasos en reversa y camino en direccion a la cocina para dar mi pedido. Caminó muy rapido. Sentí como la calma me atrapaba y olvidaba mi miedo a dar miedo. Me apoye en la mesa y comenze a jugar con mi cabello. Vi con serenidad la calle, mientras el resto hacia su vida. Creo que estuve asi como unos 15 minutos. Olvide todo y comenze a dejar que el sonido de la gente hablando, los choques de lozas, el agua, los cafes, los autos, los pasos de la gente, los perros, gatos, palomas, y el mesero que llego con mi cafe helado.

-GRACIAS!!!- Dije mientras mis nervios volvian a atraparme automaticamente. Diablos... Debo salir mas seguido. Mi soledad eterna no me ayuda en nada... Vi mi cafe helado. Tome una cuchara que tenia en la mesa y comenze a tomar lentamente este. Cerre los ojos y sonreia de lo delicioso que estaba. Los cerre por mucho tiempo. Estaba demasiado rico.

No tenía tiempo que perder, lo sabía, mas parecía no interesarle.
¿Qué diablos hacía en un lugar como este?, ¿Un café?, bueno, eso parecía.

Era mejor salir de ahí,ni modo que ni sabía como había llegado y no tenía ganas de com...Su estómago le jugó una mala pasada al rugir como si le estuviera protestando.
-Uff...- Su ligero sonrojo se hizo presente en el momento en que una pareja le quedó observando, soltando unas risitas suaves y burlescas. Odiaba a la gente, nadie en particular, pero aborrecía las masas y a las costumbres ociosas y estúpidas de la mayoría.
Suspiró nuevamente, buscando una mesa en donde saciar su apetito.
El lugar no estaba para nada mal, al parecer iba solamente gente adinerada, y la comida no olía ni se veía nada de mal.
Por fin consiguió sentarse en un lugar vacío, donde observó a la gente en busca de un mesero.
Al cabo de unos momentos se le acercó uno, pero se fue de inmediato, ya que, en el preciso instante en que él se le acercó, a uno de sus compañeros se le había derramado el helado en el busto de una de las estilizadas, adineradas y estúpidas gordas que ahora reclamaba como si el mundo se fuera a acabar.
Ahora si me voy de aqui...pensó él.
Bueno, no tuvo mucho éxito.
-Hola señorita.- Saludó a una chica que parecía reírse del espectáculo, eso le gustó de sobremanera. Vestía algo así como un uniforme de escuela, sus ojos eran bastante azules y su cabello abundantemente rubio.
La chica lucía radiante, aunque algo había en ella...quería saber qué.
-Al parecer esa señora no está en su día.- Comentó mientras esperaba su respuesta, sonriendo amigablemente, sí, la típica sonrisa falsa pero convincente, la verdad? él ya ni sabía como sonreír.

Claro estaba que estaba disfrutando su te helado, hasta que escucho una voz. No sabia si era el mesero o un tipo x que no conosia. Bueno, realmente no conosia a nadie. Penoso. Abrio los ojos y vio a un tipo sonriendo. Se sonrojó rapidamente...

-Ho-la, que-tal-el dia?-Pregunte mientras me volvia mas nerviosa. Sentia que iba a tener un ataque de bipolaridad, asique trate de buscar unas pastillas, lo que menos quiero es dar verguenza o sentir verguenza. Con una mano de forma disimulada,busque mi bolso, hasta que recorde que mi billetera la tenia en la mesa. Joder, si sabe que mis pastillas estan en mi billetera me tomara como una persona rara... Tengo que hacer algo. Con la otra mano tomaba mi cuchara y comia mi cafe helado para refrescarme, tenia calor.

-Por lo visto...- Dije mientras veia a la señora. Lo vi a los ojos, y mis nervios y mi calor aumentó.

-Que te-atrae-por-a-ca?-Preguntaba entrecortado por los nervios. Por dios es lindo... Que hago? Sentí como un escalofrio me empeso a atravezar la espalda. No porfavor, ahora no!

-RESPONDE-Dije automaticamente con un tono semiautoritario. Lo que menos queria es imponer, pero el y su mirada me ponen nerviosa!. Se acabo. Tome mi billetera y busque mis pastillas, 2 comprimidos. Tome uno y lo trague junto con un sorbo de mi cafe helado. Terminado lo hecho, oculte mi rostro con mis manos.

-Disculpa... Yo no queria...-Dije con una verguenza del tamaño de la tierra. Separe mis dedos para ver al joven con un ojo. Tenia unas lagrimas totalmente contenidas en mis ojos.

Ya lo sabía, él encontraba puramente gente media extrovertida, aunque definitivamente ella no lo era en todo su significado. Aun así le sacó una repentina chispa de gracia, se le hizo bastante divertido lo que acababa de hacer la chica que tenía frente a él.
Iba a responder sus preguntas, pero una inesperada exclamación autoritaria le sacó de lugar por unos segundos. ¿Qué rayos fue eso?.
Internamente no podía contener una carcajada, pero gracias a su inexpresable rostro, eso no se le reflejaba, por suerte, ya que, no quería insultar ni poner nerviosa...bueno, no MÁS nerviosa a la rubia.
Amplió un poco más su sonrisa, observándole de la misma manera que antes, lo más casual y amistosamente posible.
-Bueno, a decir verdad no esperaba esa reacción, pero me pareció bastante lindo de tu parte.- Pensaba el chico mientras observaba como ella se tragaba unas capsulas.
LE quedó observando por unos segundos más antes de coger la silla haciendo un ademan de querer sentarse.
-Está ocupado?.-Preguntó finalmente a la chica que parecía querer morirse o que se la tragase la tierra, él quiso hacer algo por ella.
-Tranquila, no pretendo asustarte ni parecer de otro planeta...somos iguales, no?.- Le dijo con un tono suave y tranquilo, sentándose para luego apoyar su rostro ladeado en su mano sobre la mesa.
-Respecto a tu primera pregunta, mi día no puede estar más tranquilo, y bueno, si uno tiene hambre tiene que encontrar un lugar para merendar...- Sus ojos se dirigieron a su copa de helado, observándola luego con una sonrisa.
-Así que te gustan las cosas dulces...-Comentó luego de un momento, buscando con la vista a un mesero.

Sintiendo su suave y amigable voz, se saca las manos y ve como el pide sentarse. Se seca los ojos. Sonrie porque al fin no asusto a alguien con su actitud. Nuevo record personal por lo visto.

-Bueno...Si...-Dije con mucha verguenza. Estaba comenzando a sonrojarme. El calor no daba para más, y me solté un boton de mi camisa. Tome un sorbo y suspire.

-Y a ti?-Le pregunte mientras le veia completamente, o lo que alcanzaba a ver. Ojala que no sea de esos tipos que solo quieren un rato de diversion, o conoseran mi apodo. Comenze a ver hacia el vidrio, y mi reflejo señalaba que estaba "bien" para la situacion. Mi rostro giro hacia el rostro del joven. Craso error. Estaba viendo mi ser. Joder que es... al menos pude contenerme en algo. Di una sonrisa algo nerviosa y tome otro sorvo de mi cafe helado. Me siento casi como una tonta... Relativamente...

Al parecer los meceros estaban lo suficientemente ocupados como para no tomar en cuenta a nadie más que a la señora que aun se quejaba, aunque ahora lo hacía con el que parecía ser el jefe del local.
-Jo...tendré que esperar un momento más para pedir mi postre.-Comentó para luego dirigir su mirada a ella.
Se extrañó un tanto al verla de esa manera, parecía estar completa e inevitablemente tensa por mi presencia.
-De hecho, me gustan mucho los dulces, en especial el café helado.-Dijo él, observando a uno de los meceros, que ahora si parecía prestarle algo de atención.
-Me gustaría, aun más que los dulces, saber tu nombre.-Susurró sin medir su tono de voz, suspirando, ya que, el mecero se volvía a desviar.
-Si es que no te importa, claro...Yo soy Leluoch Vi Vritannia, se me es un gusto conocerte.- Se presentó, tomando su mano para luego besarla muy levemente, sin ninguna intención más que ser cortés. Ella le parecía bastante linda, pero no tenía ninguna intención de coquetearle...aunque fuese sólo por ahora.
Cerró los ojos un momento, mientras volvía a poner la mano de ella sobre la mesa con delicadeza.
-Tu nombre?.- Preguntó finalmente sin mirarle aun, con su cabeza gacha y sus ojos cerrados, los cuales abrió lentamente, apoyándose nuevamente en su mano, ladeando su rostro en dirección a ella, lo más tranquilo y relajado posible, eso quería traspasarle a ella, o eso intentaría.

Se acerco un mesero. Curioso. Lo vi con una sonrisa. Al fin una buena razon para sacar mis ojos de los suyos. Si. Falta de sociabilizacion, tengo que intentar esto un poco mas seguido. La educacion del joven la tomo por sorpresa. La mayoria era o muy comun o muy grotesco. Inclusive hasta toscos. El si marca la diferencia.

-Señor...Sirvale un cafe helado...- Dije mirando al mesero. Luego gire la vista hacia el joven y lo observe con una sonrisa inocente.

-Yo invito...- Le observe. Luego vi el vitral. Curiosamente la luz del sol comenzo a brillar encima de mis ojos. Se que comenzaron a relucir un poco. Lo vi en el reflejo del vidrio.

-Sol maldito!...- Reclame. Me enceguecio un poco. Me devolvi y por accidente empujé mi vaso. Lo tome a tiempo y ensucie un poco la mesa.

-Diablos! Soy una tonta!...- Dije. Lo observe y recorde que el me habia hecho una pregunta, quizas la más educada.

-Me llamo Joan De Loureine Chateaubrand- Dije con un acento frances. Le di una sonrisa y luego vi a la quejumbrosa señora.

-Si sigue con esa actitud le hare entrar en razón...- Dije con el mismo tono de autoridad de hace un rato...

-Oh, muchas gracias.- Respondió luego de ver como el mecero tomaba el pedido, por lo visto la chica era algo bipolar, pero así estaba bastante bien. Le dedicó una sonrisa de agradecimiento mientras secaba con una de las servilletas el poco de helado que había caído a la mesa.
-Me sorprende que te pelees con el clima, aunque debo admitir que es bastante gracioso.- Comentó mientras corría la cortina que estaba frente a ellos, en el vidrio, para luego sentarse nuevamente, suspirando levemente, dirigiendo su mirada a la chica.
-Así con la descendencia francesa, me equivoco?.- Preguntó al momento en que volvía su mirada a la señora que ahora salía del local, casi tan colérica como una vaca en celo. Rió internamente por ese pensamiento, ¿No era que las vacas no tenían músculos en la cara?.
-Tranquila, no creo que vuelva por estos lados, de todas formas para gente como ella nada ni nadie está a su altura.- Dijo irónicamente, esto mientras el mecero colocaba su pedido a su frente, le dio las gracias y comenzó comiéndose la fresa que estaba sobre la crema chantillí.
-Gracias por esto, Joan.- Agradeció luego de probar la crema con su cucharita.

La tarde comenzaba a declinar mientras los rayos del sol iban apagándose, haciéndose aún presentes con su calor y hostigamiento.

Él supuso que sería una larga tarde, no fue así.

¿Que importaba si estaba en tan grata compañía?

Al fin. No las jodi con mi bipolaridad. Que suerte tengo hoy. Vi como el joven comia el cafe helado. Me senti bien, en mi vida JAMAS habia logrado agradarle a ese punto a alguien. Joder que me que siento bien!.

-Gracias a ti Lelouch...- Dije sonriendo mientras tomaba mi cafe y comia con alegria. La señora ultra histerica se habia ido, y por ende el ambiente comenzo a calmarse lentamente. Las lozas volvian a sonar. Lo observe con algo de curiosidad y vi sus manos. Por lo que he visto (desde lejos) a la gente es que sus manos reflejan bastante su actitud. El joven es sutil.

-Tomas la cuchara como si fuera...- Dije mientras trataba de recordar el objeto. Pensaba inocentemente la pieza de juego. Nose porque, pero senti como un escalofrio me atrapo mientras pensaba. No alcanzaba a recordar. Mi memoria me estaba traicionando.

-Nose de que juego... Pero eres muy sutil para tomar la cuchara...- Dije viendo sus dedos.

-Disculpa el detallismo...- Dije sonrojandome un poco. tome mi cabello y me oculte en el un poco. Estoy completamente segura que las regue otra vez... Estoy segura...

-Descuida.- Respondió tranquilamente luego de tomar algo de café por su caña, aunque había quedado con la duda sobre lo que ella le decía,bueno quizás luego se acordaba.
-El café está bastante bueno, muchas gracias.- Comentó mientras comía una de las galletas que acompañaban el delicioso postre.
Observó por unos momentos a la chica, ahora se veía un poco más a gusto con su compañía, eso le alegró inesperadamente. Luego de un momento recordó que no sabía nada sobre ella además de su nombre, se preguntó internamente si es que sería prudente, pero al fin y al cabo, de algo tendrían que charlar.
-Te dedicas a algo en especial, Joan?.- Preguntó luego, poniéndole bastante atención, mientras revolvía su café con su cuchara, sonriendole ampliamente, como insitandola a hablarle.
-Perdona si te sueno muy atrevido, pero realmente me intrigas.-Confesó desviando la mirada a su café para no ponerle nerviosa.

Lo observe un poco sorprendida, y no era de menos, es la PRIMERA VEZ QUE ME SUCEDE ESO. Joder, me empeze a molestar un poco. Tome la ultima pastilla. Se acabo, debo aprender a controlarme o sino no vuelvo a hacer esto.

-Me pillaste de sorpresa...- Dije algo molesta. Gire hacia la ventana, y la cortina me interrumpio la vista. Senti como mi enfermedad me pillaba lentamente. Mire hacia el suelo mientras tomaba mi brazo con la mano ajena. Mi rostro se ocultaba por partes por mi cabello. Cerre mis ojos mientras hacia una corta batalla interna.

-Il m'a apporté pour répondre à-*Le susurre. No medi mi tono, asique creo que si lo ha escuchado... Ojala que entienda, o que no. Da igual!.

-C'est une perte de temps-** Dije en mi idioma mientras alzaba mi rostro semi sonrojado. Di un paso en falso. Sonrei fallidamente. Lo sentí. Joder que hago?. Debo hacer bien esto...

-Estudio musica...- Le dije con algo de nervios. En serio no lo esperaba. Intrigar? Que es eso!? En mi jamas!!!!.

-Esperame... Voy al baño...-Dije ya muy nerviosa. Me dirijí al baño de damas a paso rapido.

Spoiler:

Spoiler:

Sus ojos le siguieron mientras la chica se dirigía al baño.
¿Había dicho algo malo?, aun así le respondió, así que...¿qué le habría pasado?
No supo que hacer en el momento, así que sólo se quedó esperándola, ladeando su rostro, inspeccionando cada rincón del local. No encontró nada que le llamara la atención
Suspiró pesadamente.
Se sentía culpable por como ella había seudo-escapado de su mesa, sin tener ni la mínima idea del porque.
Sus ojos se toparon con los de un mecero, al cual le pidió trajera algo de agua, dos vasos, si es que a ella se le antojaba, al fin de cuentas, no escaparía del lugar, o si?
Sonrió para si mismo. Aquella chica le había llamado mucho la atención, en otros casos se hubiera retirado sin nada más que decir ni excusar, pero bueno, que le iba a hacer?

Sólo esperaba que ella volviera, ahora sólo tenía dos datos sobre la chica, así que buscarla no le sería fácil si se fue sin más...buscarla?, en qué diablos estaba pensando?...

Llegando al baño, me mire al espejo, y comenze a desesperarme poco a poco. Bipolaridad. La palabra de once letras que condenaria su pubertad, juventud y adultez. Joder, que mal que mi Cita Improvizada la este arruinando una condicion mental, y para variar la mia!. Me empeze a dar vueltas en el baño

-Je vais être un idiot, mon dieu sinon comment réagir face à un jeune homme comme lui, par Dieu, si je suis stupide...-* Me decia con ya un tono de enojo.

-Comme je l'ai peut arriver?-** Me pregunte mientras Me miraba al espejo. Estaba por llorar.Joder! Sentia como el mundo se me venia encima de un martillazo.Queria que la tierra me tragara. No.

-Debo intentarlo...-Dije con desicion. Mi bipolaridad no me iba a atrapar. Me arregle el pelo, o intente hacerlo. No estaba mal, aun mantenia su rubio ceniza. Comenze a arreglarme el vestido, el cual curiosamente estaba irradiante. Tome un suspiro profundo y exale.Me mire al espejo, mis ojos relucian. Gracias lagrimas, me dieron el toque exacto para la ocasión. Era momento de mostrar la mejor cara mia. Salí del baño algo mas relajada. Lo vi a el con una sonrisa más natural, con un paso ya desidido y con una firmeza que nunca habia tomado.Senti, por primera vez en mi vida, esa sensacion de haber logrado algo,Ser mujer, o intentar serlo... Mas mi mente me carcomia... ¿Que voy a hacer?... No tengo ni idea... Es momento de improvizar, como lo hago con mi violin,lo hare con el...

Spoiler:

Spoiler:

El tiempo para él corría lentamente rozándole el rostro con algo parecido al odio-amor, cosa que no hacía mucha más grata la espera a la que se entregaba.
Pensaba él qué estaría haciendo aquella chica, realmente lamentaba haberla asustado, pero qué iba a saber él, como siempre, nada.
Giró su rostro a las otras mesas, buscando con que distraerse para que el tiempo dejara de burlarse de él. Bufó ante el estúpido pensamiento.

Volvió a sus asuntos, metió su cuchara a su helado, el cual ya estaba por terminar luego del rato que estuvo sin nada más que hacer, esto hasta que su inconsciencia y sus impulsos le hicieron devorar lo que quedaba de él, se sintió avergonzado en cierta forma, aunque terminó por reirse suavemente de sus pensamientos extraños y hasta bizarros de aquello que le parecía absurdo, uf, que complicado era aveces.

Sus manos jugueteaban con las servilletas, para luego beber algo del agua que había pedido anteriormente, estaba refrescante y hasta adormecedora, todo por esas burbujitas que llamaban "gas", a él, la verdad, era que parecían huevos de pavo extraterrestre cristalizados.
Ok, debía dejar de pensaren esas cosas un rato y concentrarse en esperar a la chica.
-Qué te habrá pasado...-Se preguntó a si mismo observando en dirección al baño.

Caminaba con seguridad, es más, tenia que hacerlo. Paso por mi mente un pequeño golpe de inseguridad y maldad mental paso por mi mente. No. No debo dejar que eso pase. Pare justo en el minuto en que el volteo la cabeza hacia el baño. Joder. Que hago!

-NOOOOOOOOOOO! Joder que me pasa! por dios tengo que hacerlo!- Me dije hacia mi adentros.

-Y si no quiere otra cosa más que sexo?- Escuche una voz interna. Luego en mi imaginación me vi, una luz rara estaba... En nose donde, pero habia una luz. Estaba yo, al frente de un espejo. Me mire y luego gire el rostro hacia es "suelo". Luego me volvi a mirar al espejo. Joder, mi mente me esta pasando una pesima jugada. Una Joven de pelo negro, con ojos verdes, con un vestido igual al mio, solo que era negro, con maquillajes parecidos a los de una niña gotica. Joder... Estoy tremendamente mal de la cabeza.

-Ese joven es una simple y maldita imagen...- Dijo esa maldita voz que provenia del espejo. Era mi "otro" lado. Joder!

-Tu eres la maldita imagen... Tu eres lo que mis...- Dije hasta que una persona que choco conmigo me desperto mientras soñaba... Despierta... Joder, todo eso ocurrio en 3 segundos. Hasta luego vi al joven viendo el baño. Luego me dio una inseguridad. Lo unico que me enseñaron mis padres es a ser prudente. Fui a paso lento e inseguro hacia la mesa.

Sorprendió con su mirada a la chica mientras salía del baño, parando un momento para luego emprender nuevamente el viaje hasta nuestra mesa, ¿Le había pasado algo?
Tomó otro sorbo de agua y desvió automáticamente su mirada de la chica, algo le decía que si seguía haciéndolo terminaría asustandola.
Se quedó esperándola con su mirada fija en el fondo de su burbujeante agua mineral, el fondo del baso se veía brillante y hermoso...la luz del crepúsculo hacían bailar los rayos que atravesaban el vidrio del baso.

Dios, de nuevo pensando en estupideces extrañas, pero lindas luego de todo.

Respiró hondo, tratando de relajarse, ahora él comenzaba a dudar si estar en aquel lugar o no, pero ese sentimiento no le ganaría, sería un problema para él y una falta de respeto para ella.

Comenze a acelerar el paso, dando más seguridad, ignorando mi voz interna maligna que me insita a retirar mis cartas e irme de alli. No señor, jamas lo hare, hoy no, no lo hare. En un comienzo tenia el rostro apuntando al suelo, pero a medida que pasaba los segundos, comenzaba a levantar el rostro, con mi mejor rostro, con mi mejor predisposicion de hacer algo que nunca habia hecho por mucho tiempo... Conoser a alguien. Mi cabello me jugaba a mi favor, una ventisca de una ventana abierta hizo a este flamear como una bandera, junto a mi vestimenta. Estaba a tres pasos de la mesa.

-Disculpa la demora...- Dije con elegancia y sutileza. Me acerque a mi asiento, y me sente con delicadeza. Le vi a los ojos y le diriji una sonrisa.

-Recorde el juego que te habia mencionado...- Dije con un tono inocente y cerrando los ojos. Casi como una niña.

-Ajedrez- Dije feliz. Al fin lo habia recordado.

Se sorprendió por lo acertado del comentario de la chica...ajedrez...claro que si, a él se le había hecho hábito tomar cada una de las cosas como si fuesen una pieza de ajedrez, ya que, en su infancia solía jugarlo demaciado junto a su hermana, como extrañaba a su hermana...

Regresando a la realidad, le dedicó una amplia sonrisa, apuntándole el baso de agua que le había pedido a ella, mientras que sus ojos se fijaban en la bella sonrisa que ahora ella esbozaba, en realidad, ella era bastante atrayente, aunque no de la forma tosca en que las demás se le parecían a este chico, si no, que algo mucho más sutil, más integro, hasta angelical.

-Tranquila, no me molesta esperar.- Le contestó para luego suspirar profundamente, esa tarde había acabado con su resistencia.

-Ya que lo dices, practico muy seguido ese juego, se me es muy agradable y creo que se me pegó la costumbre de tomar todo lo que mis manos quieran con esa sutileza.- Comentó, para luego volver su vista a ella, directamente a sus ojos azules,...azules? no, eran celestes...curiosamente era pureza.

Sonrió levemente mientras les observaba.

Comenzaba a ganar mi batalla interna con su respuesta. Jamas, en mi vida habia llegado tan lejos, y por primera vez sentí eso raro que te dice que no debes parar... Ambicion podria ser, o sino ganas de seguir... Nose, el punto es que, lo estoy logrando...

-En serio?- Dije con interes, pero siempre con la sutileza en frente. Tome el vaso que el joven me estaba ofreciendo.

-Yo lo jugaba, pero mi cabeza no me daba, ya que a final de cuentas, pensar en una estrategia firme para mi es algo complicado...- Dije mientras le observaba las manos. Era inevitable.

-Pero bueno, pensar que la vida a veces es estructurada y a veces es espontanea, me ayuda en algo...- Dije mientras veia el lugar rapidamente, para luego volver a dirijir la vista hacia el.

-Ademas del ajedrez...- Pregunte, pero luego se me trancaron las palabras, me sonroje y luego sonrei de nerviosismo.

-Disculpa... Dije tapandome un poco el rostro con una mano.

Se había apoyado nuevamente en la mesa mientras la chica le conversaba, aquella pregunta incompleta le dejó nuevamente con la duda cargada en su cabecita.

-Además del ajedrez...?-Preguntó luego de sacudir su cabeza en forma negativa aludiendo a las disculpas anteriores.

De verdad, no tenía mucho que hacer ante esa situación, estaba complacido por el hecho de que ella ya se diera a charlar más plácidamente, aunque le faltaba un tanto, estaba -a su gusto o eso sentía.- estaba progresando.

Su mirada la penetro con algo más que mera curiosidad, aquella chica era mucho más enigmática de lo que pensó, ahora ya no se había vuelto una mera distracción, sino que en algo mucho más atractivo, atrayente y digno de seguir contemplando.

Separe mis dedos para ver al joven. Por dios, me miraba copn atencion. Por dios, que digo?

-No juegas a otra cosa?- Pregunte timidamente. Gire la cabeza hacia la ventana. A la esquina, habia una farmacia con lo que yo nesesitaba, unas pastillas para mi enfermedad mental.

-mmm... Tienes algo que hacer por ahora?- le pregunte algo timida. Si lo quiero llevar a la farmacia, debo darle una explicacion, pero para aquello, debo saber si su agenda le da para acompañarme a buscar mis pastillas. Tengo que tomar unas salies de litio, o unos comprimidos que contengan estos, o sino, en 2 horas, conosera mi apodo...

-Ps, si, a algunos juegos de estrategia o de ocio...-De súbito, recordó su amado juego, si, por fin pudo convencerle un juego, aque juego se llamaba...
-También juego muy habitualmente un juego en linea, se llama The wolrd, lo conoces?.- Preguntó observándola, no parecía estar muy relajada ahora que la miraba bien, ¿qué le pasaría?

-no, no tengo nada que hacer, si deseas que te acompañe a algún lado, con gusto te digo que si.- Respondió luego de beberse toda su agua, aquello le desesperaba un poco, pero se le hacía divertido.

Sonrió para si mismo, ladeando un tanto el rostro sobre su mano.

Joder, nadie me habia hecho la vida tan facil! Que bien que el me puede hacer un pequeño favor.

-Nesesito comprar unos medicamentos... Despues te explico el porque...- Dije desesperada. No puede ser cierto que mis comprimidos se hayan terminado tan rapido... Que me esta pasando?.

-The world...?- Me pregunte en voz alta... Ah! ahora recuerdo!

-Si... Tengo un personaje, me lo hice en el ciber cafe de un lugar cerca de mi casa... O algo asi...- Le dije algo apresurada. Le hice seña de que teniamos que ir a comprar mis medicamentos... O sino, joder, que las voy a regar...

Sus ojos se abrieron un poco al escucharla.
Si bien sabía que mucha gente disfrutaba de aquel juego, nunca habría pensado de encontraría una chica de aquellas características y que le gustara el juego. Una sóla palabra pasó por su mente, wow.

-Vamos antes que te de un soponcio.- Dijo sonriéndole ampliamente.

No dijo nada más, para luego levantarse, acercarse a ella y hacer un ademán para irse del lugar, dejando sobre la mesa la cuenta y un poco de propina.

-Mejor nos apresuramos.- Adviertió al sentir como ella estaba colapsando, no sabía como, pero sentía que si ella no optenía rápido aquel medicamente podría pasar algo malísimo, aunque...la verdad era que le encantaría saber qué.

La condujo hasta el exterior, la calle estaba colmada de gente que regresaba a casa luego de un dura día de trabajo, ja, pobres esclavos de su sistema, no sabían en ese momento que su vida valía menos que la de una hormiga para la gente que realmente trabajaban, los jefes máximos, los gobernadores, sucios e hipócritas que jugaban con sus vidas, volviéndolas tan monótonas, aburridas y frías, haciendoles creer que todo estaba bien, que no había nada más que el horrible escritorio, como decía, pobre gente, pobres esclavos del sistema...

La farmacia estaba en frente, ahora sólo esperaban a que la luz cambiara para cruzar.

Él sólo observaba, atento y perpicaz a los que morían en vida frente a sus ojos.

No me di cuenta, y ya estaba al frente. Joder, se me acabo el tiempo... Una señora paso por al lado mio y choco levemente y me miro con una sonrisa y con una disculpa en su rostro

-Fije su camino bien, anciana decrepita...- Dije ya furiosa. Me daba igual lo que sucedia al mi alrededor. Camine hacia al frente del mostrador de la farmacia, sin respetar al resto. Todos murmuraban mi actuar.

-Si son buenos para murmurar, ahora reclamen, engendros!- Les dije a todos los que me rodean. Olvide que el joven de la cafeteria me estaba esperando... Joder, mi bipolaridad me estaba jodiendo... Una farmaceutica me miro y me dijo de un solo grito que tenia que tomar un numero y ponerme en la fila. Di una mirada fribola y casi sicopata, la cual la asusto un poco. No persistio. Todos los del mostrador me miraron como un bicho raro.

-Si de verdad quieren que me largue de aca, nesesito unos medicamentos para la enfermedad que a ustedes los esta asustando...- Dije con un tono totalitario y fuerte. Una farmaceutica se acerco titubeante, al ver que mis ojos emanaban rabia y poco menos un deseo casi asesino de cortarle el cuello. Le di una receta que saque de mi billetera. La leyó rapido. No tardo mas de 3 minutos y me trajo los medicamentos. De mi billetera saque unos billetes y se los di. Me di media vuelta friamente y volvi con el joven. Bipolarmente le dirigi una sonrisa, y espere una respuesta de el.